A veces la vida es dura, muy dura, pero la niña a la que va destinada esta Lupita es especial, ha luchado con fuerza, con ganas y ahí está alegrando de nuevo la vida de sus padres. Su peluche de Lupita la acompañó en esos momentos difíciles y ha sido una gran responsabilidad hacerla en fieltro... pero aquí está el resultado, espero que le guste y que le acompañe para siempre, pero no en los malos momentos, sino en los buenos.
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